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domingo, 9 de marzo de 2014

Primavera o la invitación a cambiar

Alguien dijo "Lo único constante es el cambio"

Si las cosas van a cambiar con nosotros o sin nosotros, ¿prefieres formar de ello?

Paseando por la ciudad, encontré flores, como estas que te dejo aquí, ahí, en cualquier calle, sí, a la vuelta de la esquina...como las oportunidades, ésta por ejemplo, de poner el foco en la belleza a nuestro alcance, una belleza efímera, como casi todas.


Y ahora mientras te escribo, percibo otro tipo de belleza, la de la música, la que tan fácilmente puede acompañarnos, la que forma parte de la banda sonora de nuestra vida, y 
para la que hay, su momento, su ocasión, su oportunidad.

Me pareció que la proximidad de la primavera en este hemisferio, puede ser una ocasión estupenda, para además de cambiar la ropa de los armarios y poder sentir de nuevo brisas y soles en nuestra piel, una llamada a la reflexión sobre qué otras cosas puedes o debes cambiar, y empezar de nuevo, cada día, y a veces, varias veces al día, a priorizar una y otra vez, y todas las que haga falta, sobre lo que merece tu enfoque, como quizás las flores que os invito a mirar. Si te quieres enfocar en lo que tienes, o en lo que te falta...

Aprovechemos los cambios externos e inevitables, para plantearnos otros que deben nacer de nosotros mismos, porque el vértigo  que produce a veces la incertidumbre, forma parte del hecho de estar vivos, y es una quimera, buscar una alternativa mejor a ello.

Buena semana a ti que me lees, desde hace tiempo con interés, con una canción de mi repertorio particular, porque el amor y la primavera, también están unidos: 
Palabras de amor de Presuntos Implicados



Cristina Ordóñez
Marzo 2013

sábado, 6 de octubre de 2012

Escuchad...al hilo de Buscad y Encontraréis de Hessel




Un día de compras apresuradas dentro de una gran superficie, entre el pan y unas lechugas,  se “coló” una novela ligerita solo por su peso, ya que tiene, con prólogo y todo, unas cuarenta páginas: lo escribe  StéphaneHessel, se llama ¡Indignaos!, ¿les suena? Fue el origen conceptual del movimiento 15M.

Sí, confieso que hasta hoy no lo había leído completo. He empezado a subrayarlo, es inútil: todo es sustancial.

Me emociona que una persona de 93 años, ya en la primera página, nos transmita que se siente afortunado por “poder aprovechar esa última etapa de su vida, para recordar”… a veces las más sencillas posibilidades y las capacidades más básicas, son todo un lujo  y un placer.
Emociona y crea profunda admiración en mí, que esta persona que ha vivido y sufrido tanto, en vez de disfrutar de lo conseguido y sentarse a saborearlo,  tenga aún esas energías para luchar: “nuestra cólera respecto a la injusticia, sigue intacta”; y ya en su primera página,  hable de unos principios y unos valores que “son hoy más necesarios que nunca”, refiriéndose a unos principios que nos hagan estar orgullosos de nuestra sociedad.

Dice varias veces en su escrito, no solo ¡Indignaos!, sino ¡Buscad y encontraréis!…cada uno, cada generación, sus propios motivos para todo, también para la indignación versus compromiso.

Ahora a “toro pasado”, nos parece muy obvio por lo que se luchaba en la Revolución Francesa, pero en ese momento, sin la perspectiva necesaria, era ir contra-corriente, asumiendo enormes riesgos. Hay que seguir siendo positiva y serenamente, rebeldes, críticos y a la vez, constructivos.

La juventud que conformará la próxima clase dirigente del siglo XXI, tiene casi la obligación de ser más crítica con el orden establecido (a la vez que juega con sus video-consolas, que lo cortés no quita lo valiente, y todo tiene su buena medida).

Pero yo les lanzo, otro imperativo diferente…¡Escuchad! y sacad vuestras propias conclusiones. No os dejéis seducir por los criterios de la mayoría, ni siquiera de vuestra familia, ni de vuestros amigos o compañeros de trabajo.

¡Pensad para construir vuestras propias respuestas a tantas preguntas¡ Sois nuestro futuro y el futuro de vuestros hijos. Prestad atención a lo que solo se percibe con un acto de la voluntad como lo es el ESCUCHAR, que oir se hace sin querer…

Estamos en la era de las redes sociales, de la información y de la llamada globalización (que para mi, no experta, se resume en que es difícil traer algo original de un viaje, y en que los mercados internacionales, son cada vez más grandes y sobre todo, más peligrosos… más en menos manos), y ¿nos permitimos el lujo de ser indiferentes?
Malas noticias… ya no podemos quejarnos de que no hay información; ya sabemos que ante la manipulación mediática, no se cumple el refrán de “No news, good news”, por esa y otras razones, repite Hessel: ¡Buscad y encontraréis!

Que sí, que hay muchos motivos para comprometerse y muchas formas de hacerlo. No podemos ser eternos Peter Pan, hay que crecer. Como decía un sabio oriental, “Si tiene remedio, de qué te quejas y si no lo tiene, de qué te quejas”. Antes de quejarnos, hagamos, intentemos, escuchemos, pensemos…

Así que empecemos por nosotros mismos, seamos mejores, aprendamos de los cambios y seamos pacíficamente rebeldes, así suscitaremos, apoyos, comprensiones, complicidades…alianzas para “poner de moda” el luchar por crear riqueza con honestidad, para cuantos más, mejor.
Basta del “todo vale” porque no se practique ninguna religión (recordemos aquellas palabras llenas de contenido “ética”, “moral”, “bondad”, “esfuerzo”, “capacidad personal”)

Valoremos todo aquello que tenemos y hemos conseguido, y demos ejemplo de coherencia, de responsabilidad y de saber asumir ciertos riesgos. 
Reivindiquemos el derecho a equivocarnos tanto como a estar acertados: “El que nunca se equivocó, nunca probó algo nuevo”